“Pies… ¿Por qué os necesito cuando tengo alas para volar?”, esta frase de Frida Khalo nos impulsa y nos eleva a partes iguales, para contarte por qué volamos, por qué decimos que habitamos en dos realidades y por qué para nosotros las alas son algo más que un icono de esta profesión.
Esas suaves, aterciopeladas pero firmes y armoniosas alas que nos representan quieren expresar lo que somos y la razón por la que volamos… Alzamos el vuelo porque tenemos que trabajar para clientes de la élite, con otras formas de vida, y muchas veces, alejadas de la nuestra. Pero, al mismo tiempo, una realidad en la que nos sumergimos constantemente haciéndola casi nuestra, volviendo a recurrir a nuestras alas para bajar del cielo y, en cualquier momento, volver a ascender. No es una misión sencilla. No obstante, esas alas imaginarias que llevamos a nuestras espaldas, nos otorgarán ese poder único.
También tenemos alas porque somos ángeles… Ángeles Personales que van de la mano de su cliente, anteponiéndose a sus deseos. Y estas, a su vez, son absolutamente simétricas, compensadas y proporcionadas… Ese equilibrio entre ambas representa la manera en la que el PA se introduce en los zapatos de otra persona, comprendiendo, asimilando y sabiendo actuar cómo esta lo haría, siendo su ‘alter ego’ (o su segundo yo), cada uno con su ala pero en perfecta sintonía.
Y ahora viene la parte que casi nos gusta más… la de la metamorfosis al pasar por la escuela. The Lifestyle Institute, con su formación de asistencia personal de la élite y el lifestyle management, hace que broten las alas en cada uno de sus alumnos, proporcionándoselas mediante el conocimiento, con sus 137 habilidades y aptitudes impartidas, obteniendo como resultado una transformación similar a la de la mariposa, pues “cuanto mayor sea nuestro saber, más alto podremos volar”. Así lo dijo la actriz Helen Hayes y así concluimos esta reflexión mientras extendemos nuestras alas y seguimos volando, elevándonos para ver el mundo siempre desde otra perspectiva.