Emotional management in the field of lifestyle management is as complex as it is essential. This is why it’s important to start with a clear understanding of what this profession truly entails. It’s an ultra-personalized service – a support system designed to optimize the many aspects of an individual’s life, both personal and professional. This includes coordinating schedules, planning trips, organizing the home, managing events, and more, all with the goal of allowing the client to focus their time on what matters most to them. Ultimately, it’s about achieving balance across different areas of life – health, family, leisure, work, friendships – to improve overall quality of life. Emotional management plays a fundamental role here. It involves understanding, controlling, and, most importantly, identifying the emotions of others (as well as our own) to ensure the personal, family, and social well-being required by ultra-high-net-worth individuals (UHNWIs) who rely on services like a Personal Angel, Residential Lifestyle Concierge, or Travel Concierge.
(Sigue en español)
Emotions have a profound impact on personal relationships, decision-making, and productivity. They are deeply intertwined with our way of life. When emotions are poorly managed, the result is often anxiety, conflict, and stress. Conversely, proper emotional management fosters balance, which in turn leads to personal well-being.
Planning is at the heart of a Lifestyle Management professional’s expertise, or savoir-faire. But emotions also play a significant role in this process. Negative emotions can directly impact the ability of a Personal Angel or Lifestyle Concierge to coordinate and maintain balance. On the other hand, positive emotions and a motivated attitude serve as powerful tools to focus on objectives and direct efforts toward desired outcomes.
Like many concepts, emotional management might seem straightforward when explained in words, but its complexity becomes evident in practice. Emotions are intricate, and applying emotional intelligence to this field is no small task.
Alberta La Grup team practices Emotional Intelligence workshops to relieve stress and improve communication… Yes, practicing emotional intelligence by cultivating empathy enhances both personal and professional relationships. Additionally, organizing tasks and expectations realistically helps professionals react appropriately, avoiding frustration and fostering a sense of fulfillment. This profession, as human as it is demanding, thrives on managing emotions effectively, which leads to favorable outcomes for all involved.
Flexibility and adaptability are also critical components of emotional management. In many cases, this translates to managing uncertainty. For instance, consider a client invited to a major social event that may be disrupted by adverse weather conditions. While the weather is beyond our control, we can ensure that everything is ready to proceed when conditions improve. In the meantime, we might arrange alternative options, such as attending via video call, using safer transportation, or even rescheduling the event to allow the client more time. Through it all, maintaining composure and focusing on flexible solutions ensures excellence and client satisfaction.
In conclusion, the cornerstone of successful lifestyle management lies in the most powerful tool a professional possesses: emotional management. It is the key to creating a lifestyle perfectly tailored to the client. These “emotional” habits align everything to achieve the shared goals we set out to accomplish together.
“To make a good decision we have to apply feelings to our thoughts”
(António Damásio, neuroscientist and physician)
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#GestiónEmocional
La gestión emocional en el ámbito del Lifestyle Management… tan compleja como esencial. Por ello, hemos de partir de la base de lo que significa realmente esta profesión. Se trata de un servicio (ultra) personalizado; un apoyo para optimizar los diversos aspectos que conforman la vida -tanto personal como profesional- de un individuo: coordinación de agendas, planificación de viajes, estructurar hogar, eventos, etcétera… Enfocándonos a que el cliente dedique su tiempo a lo que realmente desea. Por lo tanto, todo se basa en un lograr un equilibrio en las distintas áreas (salud, familia, ocio, trabajo, amigos…) para mejorar su calidad de vida. Poniendo sobre la mesa toda esta serie de conceptos entra en escena la gestión emocional, pues ésta es fundamental para saber controlar, comprender, y sobre todo, identificar, las emociones ajenas (y también propias) con el objetivo final de conseguir ese bienestar personal, familiar y social que requieren los UHNWIs que contratan los servicios de un Personal Angel, un Residential Lifestyle Concierge o un Travel Concierge.
Las emociones influyen en las relaciones personales, en la toma de decisiones y, por supuesto, en la productividad de todo lo que hacemos. Se conectan de tal manera con nuestra forma de vida que si no las gestionamos de manera óptima, el resultado es ansiedad, conflictos y estrés. Por lo tanto, una correcta gestión emocional da como resultado equilibrio. Y éste, a su vez, trae bienestar personal.
Planificar es la base del ‘savoir faire’ de un profesional del Lifestyle Manamegent. Y, por supuesto, también intervienen las emociones en ello. Claro ejemplo: si éstas son negativas irán directamente ligadas a esa capacidad de coordinar y equilibrarlo todo que posee un Personal Angel y/o un Lifestyle Concierge. De lo contrario, si son positivas y hay una actitud motivadora esto va a ser siempre un instrumento para centrar los objetivos y enfocarlo todo hacia donde queremos ir…
Como la mayoría de conceptos que se explican con palabras, todo resulta aparentemente sencillo pero únicamente llevándolo a la práctica es cuando vemos su dificultad. Las emociones son complicadas… Y llevarlas a nuestro terreno, una ardua tarea…
El equipo de Alberta La Grup practica talleres de Inteligencia Emocional para liberarse del estrés y mejorar la comunicación… Sí, practicar la inteligencia emocional trabajando la empatía hace que mejoren las relaciones personales y profesionales. Y organizarse de manera realista para saber reaccionar ante las expectativas y que no se creen frustraciones es otra manera en la que, en esta profesión tan humana como exigente, dirigimos las emociones de modo efectivo y con unas consecuencias favorables para todos.
Y ahí entra otro de los aspectos importantes en ese manejo emocional: ser flexibles y adaptarnos a los cambios… A lo que sería ‘la gestión de la incertidumbre’.
Ejemplo: no sabemos si un cliente llegará a un gran acontecimiento social al que ha sido invitado debido a unas inclemencias meteorológicas adversas… ¿Cómo controlamos esto? Evidentemente, no podemos. Pero si procuraremos que todo lo que esté preparado para cuando el clima nos deje reconducir todo lo que estaba programado. Y, mientras, pondremos todos los mecanismos necesarios para que pueda asistir de otra manera: por videollamada, con otro medio de transporte que no suponga peligro o incluso que el evento se retrase un poco, si ello permite a nuestro cliente ganar algo de tiempo. Todo ello sin perder la calma y con la absoluta seguridad de que se puede ser flexibles y no por ello perder la excelencia y la satisfacción de nuestro cliente.
Y volvemos al principio… la clave de hacer las cosas bien está en la herramienta más poderosa que posee un profesional del Lifestyle Management: la gestión emocional. Es la llave para alcanzar un estilo de vida a la medida del cliente. Son esos hábitos ‘emocionales’ los que pueden alinear los astros para conseguir todas esas metas que, juntos, nos hemos propuesto.
“Para tomar una buena decisión tenemos que aplicar sentimientos a los pensamientos”
(António Damásio, neurocientífico y médico)